PRIMER Y SEGUNDO VIAJE DE SIMON BOLIVAR
Viajes de Simón bolívar.
Tres
viajes realizó Bolívar a Europa con motivos diversos, pero tácitamente con un
solo fin: construcción de su personalidad, búsqueda y acumulación de
experiencias, elaboración de un destino. El primer viaje, siendo niño, es de estudios
y culmina con su matrimonio. Pasa por México y Cuba, se sitúa en España y
conoce Francia. Tiene oportunidad de presenciar la coronación de Napoleón y de
sentir desprecio por primera vez, por la actividad que responde única y
ciegamente a la ambición de poder. El segundo viaje lleva por propósito la
distracción de la viudez temprana, dura tres años en los cuales disipa una
cuantiosa fortuna material, culmina en el Monte Sacro y en el Juramento
definitivo: es el viaje de aprendizaje con Rodríguez. Visita España,
Inglaterra, Francia, Portugal, Italia y parte de Austria y Alemania; a su
regreso desembarca en los Estados Unidos. La visión de los diversos pueblos
europeos, colectividades con tradición que arranca de remotos tiempos, lo hará
ser más comprensivo con su pueblo. En Europa logrará un más exacto sentido de
las proporciones que no puede alcanzar en su patria, hallará una más vieja y
alta tribuna para asomarse al espectáculo del devenir universal. Europa lo
incita a la reflexión. Con satisfacción maravillada advierte que los problemas
de América desde allá se miran con más claridad. Bolívar se descubre a si mismo
en Europa, se aprecia mejor, se autocritica con mayor justicia; en este viaje
eligió su signo y cimentó la evidencia de que no iba equivocado. Bolívar
calibra en este viaje la diferencia entre Europa y América: un continente con
entidad espiritual lograda en más de dos mil años; y otro, con el problema de
culturas desiguales que no logran fundirse, con tres siglos apenas de historia
conocida, en trance de indagación de su propia alma.
En el tercer viaje a Europa, va de diplomático a la Gran Bretaña, como
intérprete de una de las primeras embajadas venezolanas. Bolívar tiene ocasión
de gustar calmadamente la vida inglesa, este viaje es también, por eso,
fundamental; sentirá siempre una admiración extraordinaria por el pueblo
inglés, en el cual halla mucho de lo que falta en América y que él se empeña en
fundar: estabilidad, respeto, dignidad, sensatez, sentido práctico, le produce
la más viva impresión; quiere para América ese grupo sencillo de virtudes
británicas: realización efectiva de la libertad y democracia en un clima sin
violencias; tradición amorosamente cultivada como elemento vertebrador de la
personalidad colectiva a través de las épocas. Esta justa apreciación de la
calidad de la sociedad británica es la razón que lleva a Bolívar a recomendar
cuantas veces puede una alianza de América con el estilo de vida de Inglaterra.
Segundo
viaje.
En
el mismo año de la muerte de su esposa viajó a París,
donde se dedicó junto a su antiguo maestro Simón Rodríguez a la lectura de los
clásicos y a ilustrarse en diversos campos del saber universal. Viajó luego por
Italia en compañía de Rodríguez y el 15 de agosto de 1805
en el Monte Sacro de Roma
juró libertar a su patria. Regresó a Venezuela en 1806 y a la
vez que administraba los negocios familiares se unió esfuerzos a la causa
revolucionaria.
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